LAS OBRAS DE ARTE DE RENÉ MAGRITTE
El 50 aniversario de la muerte del pintor surrealista belga René Magritte (1898-1967), será conmemorado por instituciones, museos y entidades culturales, en Bélgica, mediante una exposición de sus obras y a través de experiencias virtuales, culminando con una grandiosa exposición en el Atomium de Bruselas, que durará hasta septiembre 2018.
El programa de homenajes a
Magritte arrancó el 30 de junio 2017 en el Casino de Knokke, ciudad costera de
la provincia de Flandes Occidental, con un tour virtual para explorar el mundo
mágico del pintor dentro de un enorme bombin, con capacidad para 50 personas, –como
el que usan los hombres invisibles en sus pinturas-. En 1953, Magritte se
consagró con un "Fresco encantado" de 70 metros de largo y 4 de alto,
que decora este centro.
Pero
el centro del homenaje en Bruselas será el Museo Magritte, con una gran
exposición a partir del 13 de octubre 2017. El Museo Magritte alberga una colección de unas
250 obras del artista extendidas por más de 2,500 metros cuadrados repartidos
en varias plantas. El museo está ubicado en la Plaza Real, junto a los Museos
Reales de Bellas Artes de Bélgica.
La
idea del museo es también reunir las creaciones de artistas contemporáneos posteriores
a 1980, como George Condo o Gavin Turk, Sean Landers o David Altmedj, que han
reflexionado en sus obras sobre la manera como Magritte reproduce los objetos,
asociandolos a una palabra que en realidad no se corresponde con los mismos.
Este tipo de obras se denomina arte surrealista conceptual.
Para
2019 el museo prepara una gran exposición "Magritte-Dalí", para
mostrar la relación entre ambos artistas, desde que en 1929 Magritte fue a
pasar un verano a Cadaqué, la ciudad de Dalí en el noreste de España, y quedó
impresionado de como el artista catalán creaba universos imaginarios con
carácter real.
El Atomium, por su parte, creará una exposición
"teatral" con "decorados surrealistas y recorridos en 3D para
que el espectador pueda bucear en el universo de Magritte", dijo su
director, Henri Simons.
El Atomium en sí mismo es una obra de arte creada por el
ingeniero belga André Waterkeyn. Fue erigido con motivo de la Exposición
Universal de 1958. Representa un cristal de hierro, y está compuesta por 9
esferas de acero de 18 metros de diámetro, que alcanzan una altura de 102
metros. Con el Atomium pasó igual que con la Torre Eiffel, ya que esta
estructura de acero tampoco fue demolida al finalizar la Expo. Ahora se ha
convertido en el símbolo de Bruselas.
Varias esferas del Atomium están destinadas a salas de
exposiciones, hay una, dedicada permanentemente a la Expo del 58, y otras
temporales; otras, son salas de reuniones. Una, está destinada a sala de
descanso y dormitorio para niños. Otras tres salas no se pueden visitar y sirven
para mantener el equilibrio del edificio. La esfera superior, a una altura de
92 metros, tiene un restaurante panorámico con una fabulosa vista de la ciudad
de Bruselas.
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