sábado, 31 de marzo de 2018

ENOC AGUADO FARFÁN




ENOC AGUADO FARFÁN

Por: José Márquez Ceas
                
Enoc Aguado Farfán (1883-c1958) se graduó como abogado en la Universidad de León, Nicaragua. Fue un brillante liberal de principios, que destacó pronto en su partido. En octubre 1929 fue escogido para integrar la fórmula presidencial Moncada-Aguado, que resultó ganadora. Por lo tanto,  en 1929-1932 el Presidente de la República de Nicaragua fue José María Moncada, y Aguado el Vicepresidente.

El 21 diciembre 1946 Aguado lanzó su candidatura a presidente de la república. Se presentó en las elecciones generales del 23 febrero 1947 como candidato de una coalición formada por el Partido Conservador Tradicional (PCT) y el Partido Liberal Independiente (PLI).

La oposición la formaba una coalición del Partido Nacionalista Liberal (PNL) y el Partido Nacionalista Conservador (PNC), cuyo candidato era el Dr. Leonardo Arguello Barreto, a través del cual Somoza García pretendía continuar gobernando el país, después de 13 años de estar ejerciendo  el poder.

En las votaciones de 1947 se cometió fraude electoral contra Aguado mediante el secuestro de las urnas y un conteo amañado en el Palacio Nacional en Managua, sin fiscales ni observadores. Por instrucciones de Somoza se le otorgó el 61.76% de los votos a Arguello Barreto.

Aguado tuvo una intensa vida masónica. El 20 de julio 1932 recibió el Grado 30 y poco después el Grado 33, el último y más alto grado de la Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

El 14 de diciembre 1949 se celebró en Managua el 50 aniversario de la Logia Progreso No.1. En ese acto,  Aguado, como Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica de Nicaragua del período 1948-1950, leyó un trazado preparado por él, en el que expresó estos pensamientos:

- ¨La Masonería a nadie rechaza por sus creencias u opiniones, y no da cabida a debates acerca de religión ni de política.

--La Masonería es universal, pues está extendida por todos los ámbitos del mundo, y sus principios básicos son los mismos: Libertad de conciencia, tolerancia, amor fraternal, lucha contra la mentira y el error, aspiración al perfeccionamiento, cultivo individual y social, buscando el bienestar y la felicidad públicas. 

--Su creencia en la existencia de un Ser Supremo y en la inmortalidad del alma, no le impide, y antes bien la estimula, a buscar la solución de los grandes problemas en que se debate el Idealismo que eleva y el Materialismo que rebaja.

--La Masonería no acepta el ateísmo, ni se compagina con la Inmoralidad, cualquiera que sean sus aspectos¨.

En 1956 se involucró en el complot contra Somoza. Edwin Castro, su ahijado, le presentó a Rigoberto López Pérez, y él lo financió y le extendió una carta de presentación para los exilados nicaragüenses en El Salvador, donde  fue entrenado para la acción. El atentado fue el 21 de septiembre de 1956, muriendo Somoza el día 29. Aguado fue detenido y conducido a las ergástulas de La Loma, donde le aplicaron salvajes torturas que le provocaron la ceguera, falleciendo 2 años después.

Aguado fue un hombre a carta cabal, consecuente con los principios masónicos que nutrieron su patriotismo y su espíritu de luchador indoblegable.


viernes, 30 de marzo de 2018

SOFONIAS SALVATIERRA



SOFONÍAS SALVATIERRA (1882-1964)

Por: José Márquez Ceas

Salvatierra fue un intelectual autodidacta, escritor y político activo. En 1936 ingresó a la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua (AGHN). Fue vicepresidente de la directiva en 1943-1948, y secretario en 1951-1961. Falleció el 22 de noviembre 1964 en su casa del barrio El Calvario, a los 82 años, entre la consternación de sus familiares y amigos que le conocieron.

Fue Ministro de Agricultura en el gobierno de Juan Bautista Sacasa (1932-1936). Fue autor, entre otras obras, de tres libros famosos: ¨Sandino o la tragedia de un pueblo¨ (1934), ¨La verdad os hará libre¨ (1945), y “Máximo Jerez Inmortal” (1950).

Salvatierra  fue el asesor político en quien Sandino confiaba mucho. Durante el viaje a Managua en febrero 1934 para consolidar el acuerdo de paz, Sandino se hospedó en compañía de su padre, Don Gregorio, su hermano Sócrates, y varios de sus generales, en la casa de Salvatierra, situada en la Calle 15 de Septiembre, barrio El Calvario, Managua.

Al regresar de una cena con el presidente Sacasa, la noche del 21 de febrero 1934, Sandino fue detenido junto con Don Gregorio y Salvatierra. La casa de éste fue ametrallada por la Guardia Nacional en momentos en que Sandino y los también generales de su ejército Francisco Estrada y Pablo Umanzor, eran fusilados por orden de Anastasio Somoza García. En el ametrallamiento murió Sócrates, varios civiles, y militares del ejército de Sandino. Solamente escapó el coronel Santos López.

Salvatierra fue un apasionado por la causa unionista de Centroamérica, como lo fueron Morazán, Jerez, Barrios y todos los abanderados de la unificación Centroamericana que la consideraron una condición ¨sine qua non¨ para salir del subdesarrollo.

Salvatierra fue masón iniciado en la Logia Progreso No.1 de Managua. Tuvo una larga y brillante carrera masónica ocupando altos cargos en su logia madre, en La Gran Logia de Nicaragua, en los grados filosóficos, y cargos honorarios en cuerpos masónicos de varios países.

Durante la inauguración del Templo Masónico celebrada en Managua el 15 de julio 1933, le correspondió a Salvatierra pronunciar el discurso oficial solemnizando el acto, lo cual hizo en su carácter de Gran Orador de la Gran Logia Simbólica de Nicaragua.

En marzo 1947 Salvatierra fue Representante de la Gran Logia de Nicaragua, para asistir a la Convención de Grandes Logias de Centroamérica y Panamá celebrada en San José, Costa Rica,  del 5 al 8 de marzo 1947.

Las logias ticas celebraron una Tenida de clausura celebrando el 50 aniversario de la Logia La Luz No.3, donde se dio a conocer que Salvatierra, representante de la Gran Logia de Nicaragua, había sido nombrado miembro honorario de la Gran Logia de San José.

Salvatierra culminó su brillante carrera masónica el 23 de noviembre 1949 al ser exaltado al Grado 33, el último y más alto grado de la Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.





jueves, 29 de marzo de 2018

LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS DE REAGAN Y TRUMP





LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS DE REAGAN Y TRUMP

Por: José Márquez Ceas

Cuando Ronald Reagan asumió la presidencia de EE.UU. en enero 1981, traía consigo un programa de políticas económicas basado en las teorías de Milton Friedman, contenidas en la denominada “economía de la oferta”. El plan de Reagan incluía: (a) reducción del gasto público, (b) reducción de impuestos, (c) reducción de la regulación a la actividad económica, y (d) control de la oferta de dólares para reducir la inflación.

La primera ley fiscal que promulgó Reagan incluía un gran recorte de las tasas marginales del impuesto sobre la renta. Las tasas superiores se redujeron de 70% a 50% y las inferiores de 14% a 11%.

Por su parte, la Reserva Federal, redujo la inflación desde 13.5% (1981) hasta 3.2% (1982) aplicando una política monetaria restrictiva.

La carga impositiva a los ingresos mayores disminuyó del 70% al 34%. La tasa del impuesto corporativo se redujo del 46% al 34%. Se eliminaron tramos de impuestos, de manera que los contribuyentes no cruzaran sus límites hasta que los  ingresos fueran mucho mayores.

El razonamiento de Reagan sobre la reducción de impuestos se basó en la “Curva de Laffer”, cuyo fundamento se remonta al economista árabe Ibn-Jaldún (1332-1406), que históricamente fue el primero en explicar los efectos de una reducción de impuestos.

La curva de Laffer recibió su nombre de Arthur Betz Laffer (1940--), economista norteamericano miembro de la Junta Asesora de Política Económica de Reagan, quien recomendó bajar los impuestos para aumentar la cantidad recaudada por el fisco.

La tesis de Laffer era que la economía estadounidense estaba “a la derecha” del punto máximo impositivo, y por lo tanto al rebajar los impuestos se acercarían al máximo de recaudación tributaria.

La historia mostró que Laffer estaba equivocado y los ingresos fiscales cayeron. El crecimiento de la economía en el gobierno de Reagan, fue por el desplome de los precios del petróleo y por las medidas anti-inflacionarias de la política monetaria de la Reserva Federal, pero no por la reducción de impuestos.

Otras medidas fueron: eliminación del control de los mercados del petróleo; eliminación de los precios controlados del combustible en las gasolineras desde enero 1981; eliminación de los controles de precios a los productores nacionales de petróleo; y supresión desde 1988 del impuesto del presidente Carter a los beneficios considerados excesivos. La producción nacional aumentó, lo que hizo disminuir los precios.

Algunos resultados son: de diciembre 1982 a junio 1990 se creó más de 21 millones de empleos; se redujo la membresía de los sindicatos y las horas-hombres perdidas por las huelgas; los pasivos carentes de fondos del sistema de seguridad social disminuyeron como parte del PIB; y el “índice de miseria” cayó por debajo del 10%.

En cuanto a la presidencia de Donald Trump, el Senado de los EE.UU. aprobó en diciembre 2017 una de las principales promesas de campaña: un agresivo recorte de impuestos que contempla una impresionante disminución de la tasa máxima del impuesto a la renta federal por ganancias corporativas desde el 35% al 15%.

En el caso de las personas, se rebaja la gama de impuestos, de 7 que existían a solamente 3; también se rebaja la tasa máxima individual desde 39.6% a 35%; y se elimina el impuesto a las sucesiones.

Aún es temprano para valorar las medidas del presidente Trump, pero esperamos que la economía de EE.UU. se encuentre a la derecha del punto máximo de la curva de Laffer y que la Reserva Federal manejará una política monetaria adecuada.

28 marzo 2018