LOS BOSQUES Y EL AGUA EN LA NATURALEZA
Por: José Márquez Ceas
Desde el año 2013 la ONU declaró
el 21 de marzo de cada año como el ¨Día Internacional de los Bosques¨, poniendo
de relieve el papel fundamental de las reservas forestales para abastecer al
planeta de agua dulce, recurso esencial para la vida. La ONU declaró también el
22 de marzo de cada año como ¨Día Mundial del Agua (agua potable)¨.
La interrelación ¨bosques-agua¨ fue
tema de celebración mundial en 2017. El reto global lanzado es frenar la
deforestación que hasta 2013 venía avanzando a un ritmo de 13 millones de
hectáreas al año y era responsable de entre 12 y 20% de las emisiones de gases
de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
Los bosques cubren un tercio de
la superficie terrestre; albergan más del 80 por ciento de las especies
animales y vegetales del planeta, y a las comunidades humanas que los habitan
les aportan refugio, alimento, medicina, trabajo, seguridad, e incluso
esparcimiento y disfrute del paisaje.
Pensar que la vida de mil 600
millones de seres humanos, incluidas más de dos mil culturas indígenas,
dependen de los bosques, debería ser motivo suficiente para que la humanidad
entera tomara conciencia de la importancia de cuidar y conservar estos ecosistemas
terrestres.
Los beneficios ecológicos,
económicos y sociales de los bosques llegan a todos los habitantes de las
pequeñas y las grandes ciudades del mundo, ya sea como oxígeno, agua dulce,
madera, productos silvestres comestibles, ornato, y otros.
La ONU enfatiza en la toma de
conciencia sobre las interconexiones entre los bosques y el agua y sus
contribuciones a las iniciativas de la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible. Dado que al Día internacional de los Bosques (21 de marzo) le sucede
el Día Mundial del Agua (22 de marzo), la ONU impulsa la conmemoración conjunta
de estos recursos naturales con el lema “Bosques y agua. Mantener la vida y los
medios de subsistencia”.
A los bosques se les llama ¨fábricas
de agua¨, ya que las cuencas hidrográficas y humedales forestales suministran
el 75 por ciento del agua dulce accesible en el mundo para satisfacer
necesidades domésticas, agrícolas, industriales y ecológicas. Por si fuera
poco, los bosques actúan como filtros naturales del agua.
Por ello la conservación de los
bosques revista suma importancia para un tercio de las mayores ciudades del
mundo, habitadas por millones de personas que obtienen un volumen significativo
del agua dulce de buena calidad que fluye directamente de los bosques de zonas
forestales protegidas.
Además de preservar la calidad
del agua, los bosques influyen en la cantidad de agua disponible y regulan el
flujo de las aguas de superficie y aguas subterráneas. También contribuyen a
reducir los desprendimientos de tierra, inundaciones y sequías y evitar la
desertificación y la salinización. Muchos de estos fenómenos están relacionados
con el cambio climático que está alterando el papel de los bosques en la
regulación de los flujos de agua e influye en la disponibilidad de los recursos
hídricos.
Al cumplir funciones de
amortiguamiento, enfriamiento, intercepción de la lluvia, infiltración y
retención del agua, los bosques pueden mitigar los fenómenos meteorológicos
extremos y reducir los efectos del cambio climático en los recursos hídricos. Por
otro lado, también los bosques son vulnerables al cambio climático, como la
disminución del régimen de lluvias.
Uno de los Objetivos del Milenio
es asegurar el acceso al agua para todos los habitantes del planeta, Por eso es
importante cuidar la relación ¨bosques-agua¨. Según los parámetros mundiales,
un país enfrenta una grave crisis cuando el agua disponible no llega a 1000
metros cúbicos per cápita anual, y un índice menor impacta la salud y el
desarrollo económico de una nación. Y si el agua disponible es inferior a 500
metros cúbicos, la vida de los pueblos queda gravemente comprometida.
Por eso la correlación ¨bosques-agua
dulce¨, debe crecer ante nuestros ojos: el agua es un elemento esencial de la
gestión forestal sostenible, y los bosques son cruciales para regular el ciclo
del agua. Conservar los bosques y cuidar el agua forman parte de un círculo virtuoso.
Tanto los bosques como el agua
se consideran parte de ¨los recursos naturales¨, término que se refiere a
bienes de origen natural que no se encuentran alterados por la actividad
humana, pero que son explotados por las sociedades para su sustento, bienestar
y desarrollo.
Los recursos naturales por lo
general son explotados de forma intensiva, por lo que es necesario establecer
regulaciones para controlar y evitar la sobre-explotación de los mismos. Se
distinguen dos tipos de recursos naturales, los ¨recursos renovables ¨y los ¨recursos
no renovables¨.
Los ¨recursos renovables¨ tienen
un proceso por el cual se regeneran o renuevan con cada ciclo nuevo. Sin
embargo, el uso o explotación excesiva
de estos recursos puede llevar a su extinción. Ejemplos típicos son: los
bosques, el agua, el aire, el viento, la radiación solar y la producción
agrícola.
Los ¨recursos no renovables¨ son
limitados en cantidad. En algunos casos tienen un ciclo de renovación que no
llega al ritmo de extracción o explotación de los mismos. Se trata de recursos
naturales que no pueden ser producidos, ni reproducidos por el ser humano a un
cierto nivel que sostenga la tasa de consumo. Ejemplos típicos son: el carbón, el
oro, el gas natural y el petróleo.
El mantenimiento de los recursos
naturales es importante para su aprovechamiento como sustento de las sociedades
productivas modernas, y con ello del humano, pero también porque son parte
esencial del contexto natural que nos rodea. Destaca la relación del humano con
la naturaleza, los ecosistemas, los hábitats, la geografía, y la flora y fauna.
La actividad productiva
industrial es responsable de la extinción y el consumo de los recursos. Sin
embargo la concientización debe generalizarse y ser importante en la vida de
todas las personas. Todos podemos ayudar en el día a día, haciendo uso racional
de los recursos (ahorrando agua en nuestros hogares, separando los residuos,
usando medios de transporte que no contaminen, etc.).
Es importante que las empresas
desarrollen técnicas de producción inocuas para el medio ambiente, y que adopten
nuevas tecnológicas para reemplazar los recursos no renovables por recursos
renovables. Por ejemplo la utilización de energía eólica o solar. Para ello el estado
debe invertir en avances tecnológicos para lograrlo, y fomentar la
concientización sobre un uso prudente de recursos no renovables. Una conciencia
cada vez mayor sobre el mantenimiento de los recursos naturales garantiza un
mejor y más saludable entorno natural para las generaciones futuras.
Pero hasta ahora la realidad ha
sido otra. El 25 de abril 2014 el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon,
alertó que la tasa actual de consumo de recursos naturales en el planeta “es
insostenible” y que es preciso una “transformación mundial de actitudes y
prácticas” para revertirla. En otras palabras, el sobreconsumo de recursos
naturales a nivel mundial está poniendo en peligro la estabilidad futura de
nuestro planeta.
El mensaje de Ban Ki-moon
enfatizó en la urgencia de abordar la manera en que el mundo genera la energía
que consume y en la necesidad de promover el uso de alternativas limpias.
Iguales condiciones de deterioro
de los recursos naturales enfrentan los países. Por ejemplo, en Nicaragua
comprobamos con mucho pesar el efecto depredador de los recursos naturales, situación
que ilustramos con los siguientes ejemplos:
1-La minería y el despale en
áreas urbanas y rurales ha contribuido a la desertificación de varias zonas,
especialmente la zona seca del país; ha contribuido al colapso de ríos, lagos,
lagunas, y reservorios; ha agotado o contaminado pozos, y ha profundizado el
manto acuífero.
2-La colonización en ¨zonas de
reserva natural¨ ha incentivado la sobre-explotación maderera afectando a muchos
bosques. También se ha talado árboles en las vegas de los ríos, contribuyendo a
disminuir el caudal de algunos ríos y cascadas.
3-La depredación en la reserva
de la biosfera Bosawás de 20,000 km cuadrados, ha afectado casi un 30% de dicha
reserva. También hay afectaciones serias en el ¨Macizo de Peñas Blancas¨ y en
la reserva ¨Indio Maíz¨, debido al aumento de la frontera agrícola.
4-El incremento de colonos y la
invasión de propiedades de las etnias en las Regiones Autónomas del Caribe
Norte y Sur, ha generado conflictos sociales entre las partes involucradas y ha
producido muertos y heridos.
5-La tormenta tropical ¨Nate¨,
que azotó a Nicaragua en la primera semana de octubre 2017, causó 12 muertos y
7 desaparecidos; castigó la zona caribe y otros departamentos de Nicaragua; provocó
graves afectaciones en carreteras y puentes; dañó casas e infraestructura en
barrios y comunidades de varios municipios; provocó zozobra de embarcaciones en
las zonas marítimas, fuertes inundaciones en las zonas bajas, deslizamientos en
laderas, y desborde de varios ríos.
Eventos como ¨Nate¨ revelan nuestra
gran fragilidad ante los efectos causados por la depredación de bosques y ríos,
sumado al impacto del cambio climático. ¡Ojalá podamos rectificar nuestro
comportamiento agresivo con la naturaleza!.
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