lunes, 30 de julio de 2018

MÁS EUROPA, MENOS NACIONALISMO





MÁS EUROPA, MENOS NACIONALISMO

Por: José Márquez Ceas
MBA y Economista
21 junio 2018


Desde su elección como Presidente de Francia, en mayo 2017, Enmanuel Macron se perfiló como defensor del fortalecimiento de la Unión Europea (UE) y particularmente de la eurozona. Macron intentó una alianza política con Ángela Merkel, Primera Ministra de Alemania para que conjuntamente impulsaran y aceleraran la aprobación e implementación de las reformas que requiere el fortalecimiento de la UE y de la eurozona, pero las dificultades de Merkel en la formación de la coalición política del gobierno alemán impidieron que Macron lograra ese objetivo. Hasta hace poco se pensaba que el presidente francés tendría que librar sólo la batalla por el fortalecimiento de la eurozona.

Sin embargo, Angela Merkel y Enmanuel Macron, reunidos en Meseberg (norte de Berlín), llegaron el martes 19 de junio 2018 a un acuerdo político que abre una "nueva era" para la eurozona. Al fin se logró un consenso entre el eje franco-alemán, tradicional motor de la UE, que podrá presentarse al resto de socios en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que tendrá lugar el 28 y 29 de junio 2018, en Bruselas, Bélgica.

En ¨flash back¨ vemos que el 17 de abril 2018, Emmanuel Macron acudió por primera vez como Presidente de Francia a la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, la ciudad francesa situada en Alsacia, capital del departamento del Bajo Rin. El discurso que pronunció el líder francés tenía dos mensajes: uno explícito, que fue escuchado detenidamente, y otro implícito, que fue entendido por todos.

El primer mensaje de Macron es muy claro: la mejor forma de afrontar los desafíos de la globalización es reforzando la Unión Europea, apostando por más Europa, en contraposición a un regreso al "callejón sin salida" del nacionalismo. Esta posición es opuesta a la del presidente Trump de los EE.UU. El segundo mensaje, que no se pronunció literalmente pero que está latente en cada una de las líneas del discurso de Macron, es: Francia ha vuelto.

Y es que tras cinco años en los que Alemania asumió a regañadientes el liderazgo europeo, Macron se ha propuesto devolver a París su histórico rol como co-líder del proyecto europeo. Para ello, el presidente francés esbozó una serie de prioridades que giran en torno a una idea central: reforzar el sentimiento de identidad y soberanía europea como algo complementario a las soberanías nacionales. "Necesitamos una soberanía que sea incluso más fuerte, que no sustituya la que tenemos, pero que la amplíe", ha afirmado Macron.

El objetivo del mensaje de ¨más soberanía y menos nacionalismo¨, plantea la necesidad de poder dar una respuesta efectiva a los problemas del mundo globalizado como son las crisis migratorias, el cambio climático o las crisis geopolíticas.

Las prioridades enumeradas por Macron en su discurso de abril 2018 en el Parlamento Europeo son esencialmente las mismas que esbozó en su discurso en la Universidad de la Sorbona en septiembre 2017, en el que avanzó su visión para la Unión Europea post Brexit.

Entre tales prioridades están : (1) Un pacto migratorio que permita apoyar financieramente a las autoridades locales para acoger e integrar a los refugiados; (2) una reforma fiscal para aumentar los impuestos que pagan las multinacionales de la economía digital y que eventualmente pueda convertirse en un ingreso propio de la UE; (3) una hoja de ruta a consensuarse entre los miembros, para completar la unión bancaria; (4) una capacidad fiscal que sirva de instrumento de estabilización económica en caso de que un país miembro entre en crisis; (5) un reforzamiento de la identidad cultural europea, aumentando la integración de las universidades europeas, reformando las normas de los derechos de autor para proteger a los creadores y salvaguardando la diversidad cultural del continente; y (6) un aumento de las contribuciones al presupuesto de la UE entre 2021 y 2027 a cambio de reformarlo profundamente: haciéndolo más eficiente y creando más recursos propios.

Adicionalmente, Macron añadió otras cinco áreas en las que la UE debe reforzar la soberanía europea que mencionaba en su discurso: (1) soberanía de seguridad, tanto exterior e interior, como por ejemplo la cooperación en Defensa que aprobó la UE el año pasado, que algunos consideran la semilla de un eventual ejército europeo; (2) soberanía económica y comercial, mediante una "posición comercial más realista" que proteja los intereses de los consumidores y las empresas; (3) soberanía climática y energética, en la que Macron considera crucial poner un piso al precio a las emisiones de CO2; (4)  soberanía alimentaria, que garantice alimentos de calidad a los europeos; y (5), soberanía digital, que proteja los datos de los ciudadanos pero, a su vez, no impida la innovación.

En base al acuerdo alcanzado con Merkel el pasado 19 de junio 2018, Macron considera que ahora si hay razón para señalar, como en efecto lo hizo, que se "pasará a una nueva era del euro". No es para menos: el acuerdo incluye la creación de un presupuesto para la eurozona. Todavía no hay cifras, pero se espera poder concretarlas con los demás socios del euro en la cumbre del 28 y 29 de junio 2018.  Macron ha señalado que el presupuesto será independiente y estará alimentado por aportaciones de los países, así como, posiblemente, por recursos propios.

Merkel también asegura que el acuerdo con su colega francés es una "buena solución" para la reforma de la eurozona que incluye, además del citado presupuesto común, la reconversión del fondo de rescate de la eurozona, el MEDE, en una versión europea del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Este fondo servirá para dotar a la eurozona de un "instrumento extra" para mejorar su "estabilidad" y afrontar "problemas de liquidez", convirtiéndose en un "cortafuegos" europeo para los países que afronten dificultades.

No obstante, ambos líderes no han mencionado ningún acuerdo para finalizar la unión bancaria, estando pendiente que Berlín levante su veto a la creación de su tercer pilar: ¨el sistema de garantía de depósitos bancarios¨, que tanto España como Italia y, con menor énfasis, Francia, llevan años defendiendo, respaldados por el Banco Central Europeo (BCE).

"Sabemos que una unión económica y monetaria tan solo puede sobrevivir si las políticas económicas se asimilan", ha asegurado Merkel, quien ha llamado también a filas a todos los partidos que forman parte de su coalición. "Puedo decir claramente que todo lo que hemos acordado hoy recibirá apoyo, esto ha sido discutido tanto con la coalición gobernante como con los legisladores", ha asegurado la canciller Merkel.

El acuerdo entre Merkel y Macron incluye también importantes medidas —aún por detallar— para gestionar a nivel europeo la llegada de migrantes y refugiados, así como dos importantes cambios políticos a nivel europeo. El primero es la reducción del número de comisarios europeos que hoy forman el núcleo duro decisorio de la Comisión Europea: uno por cada Estado miembro. Esta propuesta busca una mayor eficiencia y un recorte de los costes de las instituciones europeas, y lleva tiempo flotando, pero nunca se concreta, dada la resistencia de varios socios europeos.

Queda por ver si Merkel y Macron logran convencer al resto de sus socios para que les "acompañen en este camino", en palabras del presidente galo. Ambos líderes se han mostrado "optimistas" de cara a la cumbre europea del 28 y 29 de junio 2018, y han acompañado sus declaraciones con muchos guiños a Italia, especialmente en materia migratoria. Se considera que España no debería ser un problema, dado el marcado carácter europeísta del Gobierno de Pedro Sánchez, pero recordemos que puede haber oposición más allá de las grandes potencias europeas.

El Ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, indicó que quedan aún importantes cuestiones sin cerrar sobre el tercer pilar de la unión bancaria: ¨el depósito de garantías¨, siendo el alto nivel de morosidad crediticia en algunos países el principal recelo de Berlín a dar pasos concretos en esta dirección.

A diferencia de cuando se creó la Unión Europea, hace más de 20 años, hoy en día, la economía de Alemania es casi un quinto más grande que la francesa. De acuerdo con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el problema de Francia ha sido que gasta mucho dinero y lo gasta de forma errónea.

En definitiva, la tarea de Macron para reforzar el euro no consiste solo en convencer a los países más escéptico. Tiene también dos tareas tanto o más importantes. Una, liderar y convencer a los países del sur de que esa agenda reformista es necesaria. Otra, predicar con el ejemplo y hacer esas mismas reformas en Francia. De momento, ya ha puesto el déficit por debajo del 3% y tiene en alerta a los sindicatos franceses de reconocida combatividad, que se opondrán a cualquier programa de reformas del gobierno francés en materia social y laboral.


Nota:  Este artículo está en proceso de publicación por la Revista Dracma.