FORTALECIENDO LA SOLVENCIA Y LA LIQUIDEZ DEL SISTEMA
BANCARIO EN EUROPA Y EN NICARAGUA
Por: José Márquez Ceas
MBA, Economista
01 agosto 2017
Una de las
principales causas de la crisis financiera internacional que estalló en
2007-2008, fue el apalancamiento excesivo (sobre-apalancamiento) de los bancos,
ya que contribuyó a deteriorar la solvencia y la liquidez de esas entidades. Esa
mala práctica desembocó en un endeudamiento excesivo que todavía hoy es uno de
los problemas más graves que se refleja en los balances bancarios de varios
países de la eurozona y también en países de otros continentes.
El
sobre-apalancamiento fue pasado por alto por los supervisores bancarios, debido
a las medidas desregulatorias que los países implementaban en los diferentes
campos de la actividad económica, principalmente en las áreas financieras,
bancarias y de seguros, obedeciendo a políticas de corte neoliberal dictadas
por los gobiernos de turno apoyados en los programas del FMI y del BM.
Uno de los objetivos de la Unión Bancaria (UB) en la Unión Europea es,
precisamente, superar la fragmentación y la incertidumbre en el
sector financiero, garantizar la estabilidad financiera y el crecimiento en la
eurozona, y romper el vínculo vicioso entre los bancos y las deudas soberanas de
los Estados. También busca eliminar la correlación existente entre riesgo
soberano y riesgo bancario, lograr mayor fluidez del crédito y reducir la prima
de riesgo.
En lo que respecta a
Nicaragua, hemos comprobado que la Superintendencia de Bancos y de Otras
Instituciones financieras (SIBOIF), viene actualizado las normas destinadas a
fortalecer el capital, la solvencia y la liquidez de las entidades del sistema
bancario nicaragüense, adecuándolas a las mejores prácticas internacionales
sobre regulación y supervisión.
Efectivamente, a
comienzos del año 2016 la SIBOIF emitió tres normas prudenciales que están en
consonancia con el marco regulatorio global acordado en 2010-11 por el Comité
de Supervisión Bancaria de Basilea, Suiza (Basilea
III), y cuyo objetivo es reforzar los requerimientos de capital,
suficiencia de liquidez y control del apalancamiento financiero.
Las normas aprobadas
por la SIBOIF son las siguientes: 1) Norma sobre constitución de reserva de
conservación de capital; 2) Norma sobre requerimiento mínimo de apalancamiento;
y 3) Norma sobre gestión de riesgo de liquidez. La norma mencionada en el punto
2) establece que el coeficiente mínimo de
apalancamiento no debe ser menor del 3.75%, con lo cual se mejora el coeficiente
mínimo del 3% propuesto por Basilea III.
Obviamente que los
banqueros de cualquier país siempre están en desacuerdo con toda medida de
regulación o supervisión. Precisamente, la desregulación era lo que imperaba antes
de estallar la crisis financiera, posición que los banqueros fundamentan en el enfoque
de que los mercados se autorregulan por sí mismos por lo que es innecesaria la
regulación y la supervisión estatal.
En su momento, Keynes ya
había establecido que las teorías sobre autorregulación de los mercados no funcionan,
porque los mercados por sí solos no arreglan los problemas de la economía,
sobre todo cuando esos mercados son asimétricos y están manipulados, como
ocurre en todas partes.
Recordemos que la ¨competencia perfecta¨ solamente existe
en los textos de economía. Lo que prevalece en la realidad es la competencia
imperfecta, que se manifiesta a través de prácticas empresariales monopólicas, oligopólicas
y otras de similar naturaleza. Por eso son necesarias la regulación y la
supervisión de la actividad bancaria y financiera, bajo el enfoque de gestión
integral de riesgos.
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