viernes, 4 de agosto de 2017

FORTALECIENDO LA SOLVENCIA Y LA LIQUIDEZ DEL SISTEMA BANCARIO EN EUROPA Y EN NICARAGUA

Por: José Márquez Ceas
MBA, Economista
01 agosto 2017


Una de las principales causas de la crisis financiera internacional que estalló en 2007-2008, fue el apalancamiento excesivo (sobre-apalancamiento) de los bancos, ya que contribuyó a deteriorar la solvencia y la liquidez de esas entidades. Esa mala práctica desembocó en un endeudamiento excesivo que todavía hoy es uno de los problemas más graves que se refleja en los balances bancarios de varios países de la eurozona y también en países de otros continentes.
El sobre-apalancamiento fue pasado por alto por los supervisores bancarios, debido a las medidas desregulatorias que los países implementaban en los diferentes campos de la actividad económica, principalmente en las áreas financieras, bancarias y de seguros, obedeciendo a políticas de corte neoliberal dictadas por los gobiernos de turno apoyados en los programas del FMI y del BM.
Uno de los objetivos de la Unión Bancaria (UB) en la Unión Europea es, precisamente, superar la fragmentación y la incertidumbre en el sector financiero, garantizar la estabilidad financiera y el crecimiento en la eurozona, y romper el vínculo vicioso entre los bancos y las deudas soberanas de los Estados. También busca eliminar la correlación existente entre riesgo soberano y riesgo bancario, lograr mayor fluidez del crédito y reducir la prima de riesgo.

En lo que respecta a Nicaragua, hemos comprobado que la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones financieras (SIBOIF), viene actualizado las normas destinadas a fortalecer el capital, la solvencia y la liquidez de las entidades del sistema bancario nicaragüense, adecuándolas a las mejores prácticas internacionales sobre regulación y supervisión.
  
Efectivamente, a comienzos del año 2016 la SIBOIF emitió tres normas prudenciales que están en consonancia con el marco regulatorio global acordado en 2010-11 por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, Suiza (Basilea III), y cuyo objetivo es reforzar los requerimientos de capital, suficiencia de liquidez y control del apalancamiento financiero.  

Las normas aprobadas por la SIBOIF son las siguientes: 1) Norma sobre constitución de reserva de conservación de capital; 2) Norma sobre requerimiento mínimo de apalancamiento; y 3) Norma sobre gestión de riesgo de liquidez. La norma mencionada en el punto 2) establece que el coeficiente mínimo de apalancamiento no debe ser menor del 3.75%, con lo cual se mejora el coeficiente mínimo del 3% propuesto por Basilea III.

Obviamente que los banqueros de cualquier país siempre están en desacuerdo con toda medida de regulación o supervisión. Precisamente, la desregulación era lo que imperaba antes de estallar la crisis financiera, posición que los banqueros fundamentan en el enfoque de que los mercados se autorregulan por sí mismos por lo que es innecesaria la regulación y la supervisión estatal.

En su momento, Keynes ya había establecido que las teorías sobre autorregulación de los mercados no funcionan, porque los mercados por sí solos no arreglan los problemas de la economía, sobre todo cuando esos mercados son asimétricos y están manipulados, como ocurre en todas partes.


Recordemos que la ¨competencia perfecta¨ solamente existe en los textos de economía. Lo que prevalece en la realidad es la competencia imperfecta, que se manifiesta a través de prácticas empresariales monopólicas, oligopólicas y otras de similar naturaleza. Por eso son necesarias la regulación y la supervisión de la actividad bancaria y financiera, bajo el enfoque de gestión integral de riesgos.

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