MI VISITA A LA GRAN MURALLA CHINA
Por: José Márquez Ceas
En 1985, el Gobierno de la República de
Nicaragua organizó una misión oficial para visitar la República Popular China, y
explorar posibles operaciones comerciales y financieras entre ambos países. Esta
misión, en la que participé por delegación del
Banco Central de Nicaragua, estaba integrada por funcionarios del sector
público y empresarios privados de varios sectores comerciales y productivos de
Nicaragua. En total éramos 10 personas, incluyendo al jefe de la misión, el Ingeniero
Dionisio Marenco.
-La primera parada técnica fue en
Los Ángeles, California. Por la noche, degustación de alitas picantes en un
restaurante cercano a Hollywood Boulevard, cerca del Paseo de la Fama, el que luego
visitamos para identificar en el piso de concreto algunas estrellas de personajes
famosos del mundo del espectáculo.
-La segunda parada técnica fue
en Tokyo, Japón. Hospedaje por una noche en un hotel de la cadena Narita, con
cuartos pequeños y precios altos.
-Continuamos viaje al siguiente
día. Parada final en el Aeropuerto Internacional de Beijing (Pekín), República
Popular China, donde los encargados del protocolo nos condujeron a una sala para un refrigerio: té, jugos, y bocadillos, mientras sacaban el equipaje y
completaban trámites migratorios.
-Fuimos hospedados en un
complejo de casas de protocolo destinadas a funcionarios locales y externos en
misiones oficiales. Habitaciones muy cómodas, con cama, muebles, y baños
espaciosos. Afuera, amplios jardines con árboles, fuentes y puentes, con preciosos
diseños chinos.
-Durante nuestra permanencia en
Pekín se realizaron las reuniones de trabajo en las salas de este complejo, con
participación de comerciantes y empresarios industriales y funcionarios del
gobierno chino.
-Atendimos invitaciones a
almuerzos organizados por varias empresas chinas, donde se retomaron los temas
tratados. Banquetes chinos en las comidas. Reuniones bilaterales entre las contrapartes.
-La tercera noche, la contraparte
china ofreció una cena de bienvenida a la delegación nicaraguense. La
especialidad: pato laqueado, con 24 horas de preparación en el restaurante
encargado. Variedad de platillos en la mesa redonda rotatoria. Un menú de más
de 24 platos del selecto menú chino. Saboreé el Moutai, el "licor
nacional" chino, tipo ¨aguardiente¨, que se utiliza para agasajar a
mandatarios y visitantes notables del extranjero. Es un licor caro. Una
expresión china dice que ¨ el que compra
Moutai no lo toma, y el que toma Moutai no lo compra¨. Una costumbre que
llamó mi atención fueron los brindis, donde todos toman sus respectivos tragos de
una sola vez y muestran sus copas vacías a los presentes, y luego la acción se
repite varias veces.
-Nuestros anfitriones nos
llevaron a visitar la Ciudad Prohibida. En este lugar se rodó la película ganadora
de 9 premios Oscar ¨El último Emperador¨ (1987), dirigida por Bernardo
Bertolucci, con Peter O´Toole. Es la historia de Puyi, el último emperador de
China, que subió al trono a los tres años de edad. Gobernó en la Ciudad
Prohibida, hasta que las fuerzas republicanas lo encerraron entre sus murallas.
Abdicó y se convirtió en títere de las fuerzas de ocupación japonesas en
Manchuria. Con la revolución comunista fue encarcelado y finalmente liberado.
En los últimos años de su vida fue jardinero en el parque botánico de Pekín y
llevó una vida como un hombre común en su país, siendo testigo de la Revolución
Cultural y del culto a Mao.
-Atendimos un cócktel en el
Palacio del Pueblo, a un costado de Tiananmén, la inmensa plaza de 900x500
metros -la Plaza Roja, en Moscú, tiene 330x70 metros-. En 1989 ocurriría en esta plaza una sangrienta
masacre, al reprimir el gobierno chino una manifestación que incluía, desde intelectuales que creían que el gobierno
del Partido Comunista era demasiado represivo y corrupto, hasta trabajadores de
la ciudad que creían que las reformas económicas habían ido demasiado lejos y
que la inflación y el desempleo amenazaban sus formas de vida.
-Otro día fuimos a visitar un tramo de la Gran Muralla China, a 70 kilómetros
de Pekín. En ese lugar disfruté de un corto paseo en camello y me tomaron una
foto sobre el animal. Después, subí a la Gran Muralla y caminé hasta llegar a
una de las torres de vigilancia. Esta impresionante obra de la ingeniería
humana, cuya extensión se calcula en 7,000 kilómetros, comenzó a construirse en
el siglo V a.C. y las ultimas construcciones fueron en el siglo XVI de nuestra
era. La Gran Muralla fue designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987,
y en enero 2007 se incluyó en la lista de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo
Moderno.
-Una tarde fui con un amigo de
la delegación y el edecán chino, al mercado de artesanías que atiende a
funcionarios del gobierno y diplomáticos, y compré una cajita de las famosas
¨Baoding Iron Ball¨ (bolas de acero huecas, una con sonido alto y la otra con sonido
bajo). Estas bolas se rotan en la mano para ejercitar los músculos reflejos de
las palmas de las manos y remover enfermedades artríticas –según la teoría
tradicional médica china del ¨Jingluo¨, que se refiere a los canales a través
de los cuales fluye y circula la energía vital por los puntos de acupuntura-. La
producción de esta artesanía se remonta hasta la Dinastía Ming (1368-1644). Todavía
conservo la cajita y practico alternando la mano derecha y la izquierda.
-Al regreso hicimos escala en
ciudad México, donde permanecimos el día de llegada y el siguiente día.
Regresamos a Managua el tercer día.
Mi valoración sobre esta gira a
uno de los países más lejanos que me ha tocado visitar, es que fue larga y
agotadora pero a la vez estuvo llena de momentos y situaciones muy interesantes
que hoy pueblan los recuerdos agradables de mi memoria.
Que maravillosa e inolvidable experiencia. Lo felicito.
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