DEPREDACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES DE NICARAGUA
Por: José Márquez Ceas
Es triste que Nicaragua sea vista
por nacionales y extranjeros como un país rico que se puede explotar
inmisericordemente y extraer de él los recursos naturales para provecho
personal. Buena parte de la culpa ha sido y continúa siendo nuestra. Es culpa
de nuestra indiferencia. De reaccionar y actuar como los tres monitos: no veo,
no oigo, no hablo.
La Historia cuenta de intereses
de naciones cercanas y lejanas en contra de Nicaragua; de vecinos que se aprovecharon de
nuestros pleitos internos; de piratas y corsarios; de filibusteros y
aventureros; de partidos políticos, diputados, jueces y magistrados que sólo piensan en sus propios intereses; de políticos venales en los gobiernos centrales y municipales; de policías y
militares; de dictadores de turno; de camarillas empresariales mafiosas; de madereros
voraces; y de comerciantes, agricultores y ganaderos, indiferentes a los efectos
secundarios que sus actividades provocan en la naturaleza. Todos ellos
conforman una lista ignominiosa de explotadores que actúan como aves carroñeras.
Nuestros paisanos en esa lista son
individuos codiciosos y avariciosos que levantaron sus capitales explotando trabajadores
y recursos naturales por igual, y cuyo interés supremo y último es aumentar su
pila de dinero.
Además de los sismos que asolaron
la ciudad de Managua en 1931 y 1972, del sunami de 1992 en el que murieron 170
personas en su mayoría niños, y del Huracán Mitch de 1998 que provocó el
deslave del volcán Casitas, donde fallecieron 3,000 personas, hay otros hechos catastróficos
en los que la mano del hombre tuvo mucho que ver. Al respecto señalo lo
siguiente:
-El Aluvión del 4 de octubre de
1876: ¨Se desató un fuerte aguacero sobre la sierra y la ciudad, y un
espantoso aluvión entró por el Suroeste, del lado del camino de Ticomo, y
buscó cauce por la Calle Honda que después se llamó Calle del Aluvión. La
gran correntada arrastró personas, árboles, y peñascos voluminosos. Muchas personas
perecieron ahogadas. Muchas otras fueron rescatadas por los oportunos auxilios
de José Santos y Francisco Zelaya, dos valientes muchachos recién llegados de
Europa¨. (citas ajustadas en base al libro ¨Managua a través de la Historia¨,
Gratus Halftermeyer, Biblioteca digital Enrique Bolaños).
Y que pasa hoy? Que ignorando las
lecciones del pasado continuamos destruyendo
bosques y excavando la zona sur elevada de Managua, de donde descendió la gran
correntada de 1876, sin que apliquemos medidas de amortiguamiento. Todo para llenar
el bolsillo de los desarrolladores urbanísticos que construyen en esa zona. ¿Y
la Alcaldia de Managua? Muy bien,
gracias.
-Managua, una ciudad que le dio
la espalda al lago Xolotlán descargándole basura, heces fecales y desechos
tóxicos de empresas industriales, por años. Un ciudad que creció sin ningún plan
maestro de desarrollo urbanístico, ni desarrollo vial, ni desarrollo turístico.
Los principales problemas de
Managua y otras ciudades de Nicaragua son: basura por todos lados, tráfico
colapsado, cauces obsoletos, inundaciones cuando llueve, pésimo servicio de
agua potable, etc.
-La minería a cielo abierto y el
despale irracional en áreas urbanas y rurales ha contribuido a la
desertificación de ciertas zonas, especialmente de la zona seca del país; ha
provocado el colapso de ríos, lagos, lagunas, y reservorios; agotó o contaminó los
pozos; y profundizó el manto acuífero.
-El colmo de los colmos, es la amenaza actual de construcción
de un canal que tiraría al cesto de la basura la soberanía del país, y pondría en
peligro de contaminación y agotamiento a nuestro mayor recurso hídrico: el lago
Cocibolca. Para muchos se trata de una pantalla, de una cómoda sombrilla que
permitiría cobijar negocios de toda clase, que beneficiarían a…
-La colonización permitida por autoridades
municipales y nacionales en las zonas de reserva natural ha incentivado la explotación
maderera irracional e indiscriminada. Se ha arrasado el bosque y las vegas de los
ríos, sin ninguna política de reforestación, y se ha disminuido el caudal de
ríos, cascadas y ojos de agua.
-La depredación de la reserva de
la biosfera Bosawás de 20,000 km cuadrados, la mayor reserva forestal de
Centroamérica, un sitio sagrado para los indígenas Sumos, ya ha causado afectación
en un 30% del área reservada. También hay afectaciones en el Macizo de Peñas Blancas, debido al aumento
de la frontera agrícola.
-El incremento de colonos con permiso del gobierno central y municipal, invadiendo propiedades de las etnias, en las Regiones Autónomas del Caribe Norte y Sur, ha generado conflictos sociales entre las partes involucradas y ha producido muertos y heridos. Todo para incrementar la explotación maderera y el bolsillo de unos cuantos aprovechados.
-Como una disquisición debo señalar que la tormenta
tropical Nate, que azotó la semana pasada la zona caribe y otros departamentos
de Nicaragua, provocó fuertes marejadas y graves afectaciones en carreteras y
puentes, causando daños en barrios y comunidades de varios municipios, zozobra
de embarcaciones en las zonas marítimas, inundaciones en las zonas bajas,
deslizamientos en cerros y laderas, y desborde de varios ríos. El fenómeno atmosférico descubrió muchas
debilidades en la infraestructura de varias ciudades municipales, y en el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de
Desastres, que las autoridades tendrán que superar.
Continuando el tema de la explotación
irresponsable de recursos naturales debo
señalar que la permisividad mostrada por las autoridades policiales, municipales y de gobierno
central ha hecho pensar a muchos ciudadanos en la existencia de un alto
grado de corrupción generalizada, y en una probable participación de influyentes funcionarios
públicos y/o familiares en tráfico maderero y otras actividades extractivas,
directamente y/o a través de interpósitas personas.
No debemos seguir tolerando el
saqueo de nuestros valiosos y cada vez más escasos recursos naturales. Enterremos
para siempre la política de los tres monitos. ¿Qué país queremos heredar a nuestros
nietos?. Si éstos pudieran expresarse nos dirían lo que la sultana Aixa le dijo
a su hijo Boabdil, Emir de Granada, España, cuando el 25 de noviembre de 1491,
después de 800 años de presencia musulmana en la Península española, rindió la
ciudad a los Reyes Católicos y al retirarse a su exilio en las Alpujarras, divisó,
con lágrimas en los ojos, las bellas construcciones de la Alhambra: ¨llora
como una mujer por lo que no supiste defender como hombre¨.
El arma cívica de todo
nicaraguense que vive en el país o en el exterior para defender a
Nicaragua, es LA PALABRA. Hagamos uso de ella. No nos neguemos el derecho a
decir BASTA, y a decirlo públicamente.
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