domingo, 1 de octubre de 2017


MEJORAN LAS PERSPECTIVAS ECONÓMICAS EN LA EUROZONA

Por: José Márquez Ceas
MBA, Economista

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en la eurozona en el segundo trimestre de 2017 fue de 2.2% en una base interanual. Como una muestra a nivel de países, vemos que en los siguientes tres países de la eurozona las tasas de crecimiento interanuales del PIB fueron: 2.1% en Alemania, 1.8% en Francia y 1.5% en Italia.

Dos indicadores importante de este crecimiento son: el índice PMI (Purchasing Managers Index) y el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC). Este último índice, ha mantenido un buen tono en el mes de agosto 2017 en comparación con los meses anteriores. Por otro lado, los datos de producción industrial de junio 2017 fueron algo más débiles que los del mes anterior. Pero, en general, los indicadores sugieren que la economía de la eurozona mantiene un buen ritmo de crecimiento en el tercer trimestre de 2017.

Como ejemplo a nivel de países de la eurozona, vemos que en Portugal el PIB avanzó un 2.8% interanual en el segundo trimestre de 2017, el mismo ritmo de crecimiento que en el trimestre anterior. Aunque por otro lado el crecimiento desaceleró en términos intertrimestrales hasta el 0.2% tras el fuerte avance en el prime trimestre de 2017 (1.0%).

En España, la mayor parte de los indicadores económicos muestran que este país todavía no ha recuperado los niveles antes de la crisis, pero el PIB creció un 3.1% en el segundo trimestre del año 2017 en término interanual y un 0.9% en término trimestral, muy cerca de los mejores registros de la recuperación, superando ampliamente lo esperado. El turismo en España genera uno de cada cuatro empleos desde el año 2013.
  
A pesar del buen ritmo de la economía Española, que está por encima de la media y supera a los tres mayores estados de la UE (Alemania, Francia e Italia ) así como también al Reino Unido, no es el país europeo que crece más. Solo en la eurozona hay ocho países que crecen más que España y hay otros siete que son miembros de la Unión Europea, pero no están dentro de la eurozona.

El líder en cuanto a crecimiento del PIB en el segundo trimestre 2017  fue Rumanía, cuya economía lleva ya tres trimestres seguidos avanzando a ritmos superiores al 5% interanual. Entre abril y junio 2017 avanzó un 5.7%. Estas tasas de crecimiento son difíciles de alcanzar para un país desarrollado. La situación de Rumanía no es una excepción, ya que todos los países del Este del continente están en pleno auge del ciclo expansivo. Por ejemplo, los países del Báltico están creciendo todos más rápido que España: Letonia, un 4,1%, y Letonia y Lituania, un 4%. Cabe señalar que estas tasas de crecimiento económico interanuales son comparables a la tasa de crecimiento esperado para Nicaragua en el 2017.

Luxemburgo también está experimentando un fuerte ritmo de crecimiento en los últimos trimestres, impulsado por la recuperación de la inversión y el sistema financiero. Todavía no hay datos disponibles del segundo trimestre de 2017, pero en el primer trimestre 2017 su PIB avanzó un 3,3% interanual. Malta, Eslovenia, Chipre o Eslovaquia son otros países de la eurozona que también crecen más rápido que España.

La economía de todo el continente europeo se está acelerando en los últimos meses apoyada en el optimismo de los actores económicos y el empleo. España está consiguiendo datos muy positivos, pero también el resto de los países, lo que se manifiesta, por ejemplo, en la llegada histórica de turistas de este verano de 2017.

España se ha mantenido durante tres años en la parte alta del ciclo sin generar desequilibrios, lo que muestra que todavía tiene potencial para seguir su avance. En otras recuperaciones, rápidamente se generaba déficit por cuenta corriente y el sector privado se endeudaba para consumir o invertir. En otras palabras: financiaba su recuperación con el resto del mundo. En esta ocasión, se mantiene el superávit por cuenta corriente (en gran medida gracias al turismo, los tipos bajos y el petróleo barato), las familias se siguen desapalancando y el sector público va camino del equilibrio presupuestario. Por lo tanto, el crecimiento puede continuar.

La inflación se normaliza gradualmente. Tras las bajas inflaciones registradas en 2014, 2015 y 2016, fruto del impacto de las caídas del precio del petróleo, en el Primer Trimestre de 2017 la inflación general en Portugal se situó en el 1,4%, apoyada por el aumento de los precios energéticos. En abril, a esta contribución del componente energético se le sumó el efecto calendario de Semana Santa, con aumentos de los precios de bienes y servicios relacionados con el transporte, la restauración y la hostelería. Así que la inflación general experimentó un fuerte rebote hasta el 2,4%. En los próximos meses, estos efectos temporales se desvanecerán y la inflación mantendrá una dinámica de recuperación suave, apoyada en la mejora del mercado laboral y el aumento de los precios globales para las importaciones de bienes intermedios.

La agencia de calificación crediticia Moody’s ha revisado al alza su pronóstico de crecimiento del PIB de la eurozona hasta el 2,1% en 2017 y 1,9% en 2018, mejorando así en tres décimas sus anteriores previsiones.

Para la eurozona, Moody’s espera una aceleración del crecimiento el resto del año 2017, impulsado por las condiciones financieras gracias a las políticas del Banco Central Europeo (BCE) y la fortaleza de la demanda, que se reflejan en el aumento del crédito hacia hogares y empresas.

A pesar de que la apreciación del euro representa un ¨viento en contra¨, Moody´s no cree que vaya a descarrilar la recuperación en curso liderada por la demanda doméstica, además, Moody’s, no espera un cambio en la política monetaria de la eurozona hasta 2018.

Entre los países de la eurozona que forman parte del Grupo de países G-20, ha mejorado sus pronósticos para Alemania, hasta 2,2% en 2017 y el 2% en 2018; Francia, con un crecimiento del 1,6% en ambos años, e Italia, con una expansión del 1,3% en 2017 y 2018.

En cuanto a la política monetaria en la eurozona, Moody´s considera que el BCE prestará menos apoyo financiero el próximo año (2018) si el crecimiento económico mantiene el actual impulso.

El Indicador de Confianza Económica (ICE) de la eurozona subió en agosto 2017 hasta su nivel más alto desde hace 10 años, según los datos publicados este miércoles por la Comisión Europea (CE). La CE revisó una décima al alza el dato del mes pasado, hasta 111.3.

En concreto, la confianza económica en los países pertenecientes a la eurozona subió seis décimas, hasta situarse en 111.9, un nivel que no se había visto desde julio del 2007 batiendo así los niveles precrisis. Se sitúo también por encima de las expectativas del consenso de analistas, que esperaban que se ubicara en 111.3, igual al mes pasado.

La CE apunta, además, a que el mayor positivismo respecto a la economía es un sentimiento compartido por la mayoría de los sectores de actividad en los diferentes países que integran la Unión.

La industria y los servicios fueron los sectores que mayores aumentos registraron, de 0.6 y 0.7 puntos, respectivamente. Según la CE, esto se debió a unas mejores expectativas de los empresarios respecto a la producción y la demanda.

Por su parte, la confianza de los consumidores se mantuvo prácticamente estable (+0.2 puntos), lo que refleja una opinión más optimista de los hogares respecto a la situación financiera futura y de las expectativas de ahorro, frente a una visión más pesimista de la futura situación económica en general y del desempleo, que se ubicó en 9.1% en la región al cierre de junio 2017.

Además, la confianza en el sector de los servicios financieros anotó una “fuerte alza”, de hasta 8.5 puntos. Al contrario, el comercio minorista y el sector de la construcción fueron los más pesimistas, con retrocesos de 2.3 y 1.5 puntos, respectivamente.

Del Indicador de Confianza Económica se desprende que la confianza de consumidores y empresarios aumentó en tres de las cinco mayores economías de la eurozona, en Italia (+3.6), Francia (+1.7) y España (+1.4) respecto al mes anterior, hasta 109.3 puntos.

Tras haber disminuido un punto en julio respecto a junio 2017, la confianza volvió a crecer en España, situándose en el nivel más alto de los últimos 12 meses, de acuerdo con el comportamiento histórico del índice.

Respecto a la Unión Europea en su conjunto, el indicador de confianza económica se mantuvo prácticamente estable, con un retroceso de 0.3 puntos, hasta 111.9.

El indicador de confianza del consumidor alemán, de acuerdo a la GfK-Nürnberg Gesellschaft für Konsumforschung, la compañía de investigación de mercados más grande de Alemania y la quinta más grande del mundo, tras Nielsen Company, Taylor Nelson Sofres, Forrester Research, y Kantar Group, muestra que en base a un sondeo a unos 2,000 alemanes, dicho indicador subió a 10.9 en el transcurso de septiembre 2017, lo que marca su quinto aumento mensual consecutivo.

Con el robusto mercado laboral alemán impulsando el consumo, los ingresos fiscales y el crecimiento general, GfK vinculó la subida sorpresa del indicador de confianza con una mejoría en las expectativas de ingresos. Estos ingresos aumentaron por quinto mes consecutivo para alcanzar el máximo desde la reunificación alemana en 1990.

Por otro lado, la situación positiva del empleo en Alemania es y sigue siendo el factor más importante para la buena confianza del consumidor, según uno de los investigadores clave de GfK.

El sólido mercado laboral supone que los empleados tienen muy poco temor a perder sus empleos. Como resultado, los alemanes son más proclives a ser un poco más arriesgados en sus operaciones financieras y hacer mayores adquisiciones, que también podrían implicar créditos.


Lo más importante es que el crecimiento del PIB en la eurozona está acompañado de creación de empleo, aumento de exportaciones y ajuste del déficit, lo cual indica solidez y calidad en dicho crecimiento. Los analistas en su mayoría y los organismos internacionales reconocen que Europa ha consolidado su recuperación económica y ha entrado en la fase expansiva del ciclo que genera optimismo y retroalimenta el crecimiento.


(Artículo publicado en la Revista DRACMA, edición de septiembre 2017)

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