miércoles, 4 de octubre de 2017


LA ¨CAMPANA GORDA ¨ DE TOLEDO

Por: José Márquez Ceas

Como dije en un artículo anterior, Toledo, España, situada al pie del rio Tajo, es una de las más bellas y pintorescas ciudades que he visitado en mis viajes a la Madre Patria. Mi última visita a Toledo fue en el año 2008, en compañía de Carmen Regina Lacayo, mi esposa. Un atractivo adicional de esta ciudad es que apenas dista 70 kilómetros de Madrid, lo cual hace inexcusable su visita.

Toledo es una bella ciudad cuya visita uno no se cansa de repetir. La ciudad tiene una diversidad de sitios con un enorme contenido histórico entremezclado con numerosos relatos legendarios y populares. Fue una ciudad multicultural donde vivieron pacíficamente musulmanes, judíos y cristianos, un verdadero ejemplo de convivencia para nuestra época actual plagada de odios religiosos y políticos, racismo, xenofobia, y desencuentros de todo tipo.

Toledo fue residencia de reyes y nobles cortesanos, de pintores y poetas, y sitio de reunión y recreación para intelectuales y artistas famosos como el trío de amigos Federico García Lorca, Luis Buñel y Salvador Dalí, cuyas obras admiro profundamente. Las obras de estos tres famosos conservan su vigencia como obras clásicas de la cultura española.

En fin, Toledo tiene una variedad de sitios que reclaman la atención del visitante, entre los que destaca la Catedral de Santa María, conocida como la Catedral Primada de España, una verdadera joya de estilo Gótico en términos arquitectónicos y un verdadero museo de arte y religiosidad por los tesoros y las maravillosas obras que contiene en su interior.

De todas las cosas que reclaman la atención del visitante de la Catedral, la que -en mi opinión- destaca por su magnificencia como obra humana y por su historia intrínseca, es la famosa Campana de San Eugenio, conocida como la ¨Campana Gorda¨, inaugurada en 1755. Como habrán supuesto, el nombre es producto del ingenio popular, hábil en imponer apodos, una simpática costumbre heredada por varias ciudades nicaraguenses.



                                                                        El 8 de diciembre de 1755 Toledo se estremeció con el tañido inaugural de la campana de San Eugenio. La campana no sonó como debía, evidenciando un defecto que luego se imputó a una rotura al momento de la fundición. Actualmente es visible una profunda rotura en uno de sus costados.


«La Gorda», con sus casi 18 toneladas, es la 4ª campana más grande del mundo. Sólo tres la aventajan en tamaño en el mundo: la campana Tsar Kolokol (1654), con sus gigantescas 216 toneladas, está rota y fuera de servicio y yace en el suelo en la Plaza del Kremlin, en Moscú, junto al campanario de Iván el Grande; la campana de San Pedro (1924), en la Catedral de Colonia, Alemania, con 24 toneladas, es la primera campana más grande y activa del mundo; la tercera es “la Savoyarde” (1895), en el Sacré Coeur, en París, con más de 18 toneladas y media, y está activa.

El 6 de septiembre 2011, se inauguraron las obras de recuperación de la subida a la Campana Gorda de la torre de la Catedral de Toledo, cuyo acceso estaba cerrado desde hacía más de 30 años. El acto lo presidió el Alcalde de Toledo, la Presidenta de Castilla-La Mancha, y el Arzobispo de Toledo. Ahora se puede visitar la torre y la ¨Campana Gorda¨ en los horarios establecidos.





Las tres magníficas fotografías de ¨La Gorda¨ que ilustran este artículo fueron tomadas por mi sobrino, Byron Vílchez González, quien vivió seis años en Toledo antes de trasladarse a su actual lugar de residencia en San Sebastián (Donostia, en euskera), capital de la provincia de Guipúzcoa, comunidad autónoma del País Vasco. 

Muchas gracias, Byron.







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