EL PENECA
Por: José
Márquez Ceas
Las generaciones de
nicaraguenses de los años 40 del siglo XX, crecieron sin los actuales artilugios
electrónicos como la TV, las ¨tablets¨, los ¨videojuegos¨ y los ¨smarphones¨. Sus
fuentes de entretenimiento eran el cine, la radio, y la lectura de libros y revistas.
Los niños y adolescentes acostumbraban leer historietas, o ¨comics¨ -como se
les conoce actualmente-. El nombre genérico de esas revistas era ¨cuentos¨.
Leer ¨cuentos¨ era leer historietas o ¨comics¨. Esos ¨cuentos¨ también eran
conocidos como ¨paquines¨ o ¨pasquines¨, y también como ¨penecas¨, nombre derivado
de ¨El Peneca¨, la revista infantil más popular y longeva de Chile.
Los cuentos, pasquines o penecas
eran historietas gráficas con 24 a 36 páginas, con las dimensiones del comic
actual o de tamaño apaisado. Cada número narraba hasta 9 historias diferentes a
través de una sucesión de ilustraciones o viñetas que se completaban con un
texto escrito. Las historias se contaban por entregas, que podían ser, de
acuerdo a la periodicidad de la publicación, semanal, quincenal o mensual. Las historietas
se adquirían en tiendas comerciales conocidas, como las de Oscar Rizo y Soledad
Cano, en Matagalpa. También se podían alquilar para lectura en ciertos lugares,
y podían intercambiarse o prestarse entre amigos.
En mi niñez fui asiduo lector de
¨El Rayo Rojo¨, historieta apaisada editada en La Argentina por la Editorial
Abril, y de ¨El Peneca¨, editado en Chile por Zig-Zag. De la primera poseo casi
todos los números físicos que fueron publicados (alrededor de 700). De ¨El
Peneca¨ tengo algunas revistas físicas, pero poseo alrededor de 200 números en
formato digital.
¨El Peneca¨ fue publicado los
sábados en Chile. En los años 1908-1960 se publicaron más de 2,600 números. Yo
tengo la fortuna de haber leído y poseer varios números publicados bajo la
administración de Elvira Santa Cruz Ossa, escritora, periodista y pedagoga conocida
como Roxane, quien dirigió la revista desde febrero 1921 hasta 1951.
Roxane renovó "El
Peneca", que llegó a venderse en casi toda Latinoamérica. La revista
incluía: obras literarias, caricaturas, fotografías, concursos, anécdotas, celebridades,
chistes, rompecabezas, modismos, y deportes, entre otros. Fueron famosas las
ilustraciones de Mario Silva Ossa, Coré, en los números publicados desde 1932 hasta
marzo 1950.
En ¨El Peneca¨ yo leí por vez
primera obras clásicas como Ivanhoe, de Sir Walter Scott; ¨Los Viajes de Marco
Polo¨, la obra que Polo dictó a Rustichello de Pisa; ¨El príncipe feliz¨,
de Oscar Wilde; y muchas otras obras literarias.
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